Cada labor tiene sus propios alfileres, su grosor depende del grosor del hilo que vayamos a utilizar o del punto que usemos.
Por ejemplo, cuanto más fino sea el hilo, más finos deben ser los alfileres.
En las lazadas o baguillas se necesitan alfileres muy gruesos como los que usan en los escaparates, para que queden bien marcadas. Para labores en las que tengamos que clavar hasta el fondo los alfileres, conviene que sean cortos para que nos resulte más fácil clavarlos.
Por eso es importante no mezclar los alfileres, teniendo un
alfiletero o caja para guardar cada tipo.
Para algunas unas maestras, los alfileres han de estar siempre rectos, colocados
perpendicularmente a la labor. Pero otras nos dirán que han de estar inclinados para evitar que se separe la labor de la almohadilla.
Yo creo que no hay una forma correcta para todos, depende de la labor y de cómo la realice cada uno; ahora estoy realizando una que como no coloque los alfileres inclinados, se me va subiendo hasta la cabeza de las alfileres.
Yo creo que no hay una forma correcta para todos, depende de la labor y de cómo la realice cada uno; ahora estoy realizando una que como no coloque los alfileres inclinados, se me va subiendo hasta la cabeza de las alfileres.
Según avancemos la labor podemos ir retirando los alfileres
dejando siempre entre 5 y 7 cm de alfileres
para que se sostenga bien el encaje. Y en la medida que se pueda, es conveniente dejar los de los laterales.
No es necesario dejar todos los alfileres en la labor hasta el final, excepto en algunos picados como por ejemplo de encaje ruso.
No es necesario dejar todos los alfileres en la labor hasta el final, excepto en algunos picados como por ejemplo de encaje ruso.
Cuando hayamos terminado la labor y vayamos a retirar los alfileres, se quitan primero los
del centro, luego los de los bordes y finalmente los de arriba y los de abajo. Una
vez terminado el encaje, antes de quitar
los alfileres, dejar que se asiente la labor por lo menos durante un día, queda
mejor.
Es interesante tener algunos alfileres con “sombrero” o cabeza de vidrio, sus distintos colores
nos permiten señalar partes de la labor.
Y algún alfiler grande que nos sirva de
separador. Son muy útiles para ir separando los grupos de bolillos cuando hacemos la labor. Hay una gran variedad decorativa, los hay para todos los gustos y son fáciles de hacer si nos apetece ponernos creativos.